Y el templo se llenó de humo de la gloria de Dios De la misma manera, el tabernáculo, cuando fue consagrado por Moisés, y el templo, cuando fue dedicado por Salomón, ambos se llenaron de una nube, y la gloria del Señor ; cuya nube de gloria fue la manifestación visible de la presencia de Dios en ambos momentos, y una señal de la protección de Dios. Pero en el juicio de Coré, cuando apareció la gloria del Señor, él y sus compañeros fueron devorados por la tierra. Tan apropiado es el emblema del humo de la gloria de Dios, o de la nube de gloria, para expresar la ejecución del juicio, así como para ser un signo de favor.

Ambos proceden del poder de Dios, y en ambos él es glorificado. Y nadie, ni siquiera los que habitualmente estaban delante de Dios; pudo entrar en el templo Como ni Moisés podía entrar en el tabernáculo, ni los sacerdotes en el templo, cuando la gloria del Señor llenaba esos lugares sagrados; una prueba más de la majestuosa presencia y extraordinaria intervención de Dios en la ejecución de estos juicios: hasta que las siete plagas de los siete ángeles se cumplieron o se terminaron: hasta que las derramaron por mandato divino.

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