Es mejor ir a la casa del duelo donde los dolientes se reúnen para celebrar los funerales de los amigos fallecidos; que a la casa de banquetes donde la gente se reúne para satisfacer su apetito comiendo y bebiendo, en la que frecuentemente se exceden. Por eso A saber, la muerte, la causa de ese duelo; es el fin de todos los hombres. Es mucho lo que aguarda a toda la humanidad, y ver ejemplos de ello tiende a llevarlos a la seria consideración de su propio fin último, que es su mayor sabiduría e interés; y los vivos se lo pondrán en el corazónSe verá seriamente afectado por ella y se despertará para prepararse para ella: mientras que los banquetes suelen ir acompañados de ligereza y múltiples tentaciones, y dejan la mente de los hombres indispuesta para los pensamientos espirituales y celestiales. De ahí que sea evidente que esos pasajes de este libro, que parecen favorecer una vida sensual y voluptuosa, no fueron dichos por Salomón en su propio nombre, ni como su opinión, sino en la persona de un epicúreo.

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