Cuando extiendes tus manos Cuando oras con tus manos extendidas, como solía ser; Ocultaré mis ojos de ti. No haré caso de tus personas ni de tus peticiones. Tus manos están llenas de sangre. Eres culpable de asesinato y opresión, y de otros pecados de llanto, que aborrezco y he prohibido bajo el dolor de mi mayor disgusto.

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