Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, cuando hagáis muchas oraciones, no os escucharé: vuestras manos están llenas de sangre.

Cuando extiendas tus manos, en oración.

Esconderé de ti mis ojos... tus manos están llenas de sangre. Hebreo, 'sangre', puesto por todos los pecados atroces, especialmente la persecución de los siervos de Dios. Era vocación de los profetas disipar el engaño, tan contrario a la ley misma, que el ritualismo externo satisfaría a Dios.

Era la característica de los judíos en el tiempo de Cristo (a la que hay una referencia posterior), que "devoraban las casas de las viudas, y por pretexto hacían largas oraciones".

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