Pero estas cosas les he dicho y les advertí de ellas; que cuando llegue el momento en que sucederán; Recordad que os hablé de ellos. Y así podéis convertir lo que tiene un aspecto tan desalentador en una confirmación más de vuestra fe. Y estas cosas no las dije al principio de mi ministerio; porque estaba con ustedes y fácilmente podría sugerir instrucciones y consuelos apropiados, a medida que surgían nuevas circunstancias de dificultad; y porque, estando con ustedes, podría soportar el mayor impacto de la persecución en mi propia persona, y así protegerlos de ella. Pero ahora voy con el que me envióPero ahora, que mi ministerio está llegando a su fin, y los voy a dejar, no podría dejar de hablarles más de estas cosas; porque es de gran importancia que las conozcas, para que cuando sucedan no te sorprendas ni te tropieces.

Y ninguno de vosotros me pregunta ahora cuando es más oportuno; ¿adónde vas? Aunque ya les mencioné mi partida una vez ( Juan 13:33 ), ninguno de ustedes me ha preguntado las razones de mi partida, ni los efectos de ella; tampoco le preocupa hacer esas indagaciones sobre ese mundo mejor, que seguramente bien podría resultarle en tal circunstancia. Pero debido a que he dicho estas cosas, he hablado de dejarte por un tiempo, y te he informado de las persecuciones que encontrarás cuando yo me haya ido; la tristeza ha llenado tu corazón, ha absorbido tus pensamientos y te ha llenado de tristeza.

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