Porque el castigo, etc., es mayor que el castigo de Sodoma. El destino de Sodoma fue menos deplorable que el de Jerusalén; porque Sodoma fue destruida en un instante; pero Jerusalén soportó un largo asedio y sufrió todas las miserias del hambre, la enfermedad y las armas hostiles. En Sodoma todos fueron destruidos juntos, y ninguno dejó llorar con amargura del alma la triste pérdida de sus más queridos amigos; en Jerusalén, muchos sobrevivieron para lamentar el lamentable destino de sus amigos y su país, y para sufrir la ignominia y las miserias del cautiverio. El original de la última cláusula, ידים לא חלו בה, es traducido por la LXX., Και ουκ επονεσαν εν αυτη

χειρας, que no causó manos a la mano de obra , o se cansan, en ella: y por Blaney, ni eran las manos debilitadas en ella.

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