Cortarse a sí mismos a su manera, etc. ¡ Un método extraño, uno pensaría, para obtener el favor de sus dioses! Y, sin embargo, si miramos en la antigüedad, encontraremos que nada era más común en los ritos religiosos de varias naciones que esta bárbara costumbre. Plutarco, en su libro de Superstitione,nos dice que los sacerdotes de Bel-lona, ​​cuando sacrificaban a esa diosa, solían manchar a la víctima con su propia sangre. Los magos persas, según Herodoto, solían apaciguar las tempestades y calmar los vientos, haciendo incisiones en su carne. Los que llevaban consigo a la diosa siria, como relata Apuleyo, entre otras bromas locas, de tanto en tanto se cortaban y se destellaban con cuchillos, hasta que la sangre brotaba; e incluso hasta el día de hoy, se nos informa, que en Turquía, Persia y varias partes de las Indias, hay fanáticos que piensan que hacen un servicio muy meritorio, muy aceptable para la deidad, cortando y destrozando su propia carne. Ver Levítico 19:28 . Calmet y Ceremonias religiosas de Picart. La palabra profetizada en el siguiente verso, implica su oración o canto de himnos en alabanza a sus dioses.

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