Me llevó a la casa de banquetes. Oh, tráeme a la casa de banquetes: extiende sobre mí el estandarte del amor. Prefiero, con la LXX, traducir la palabra en modo imperativo, porque de esta manera el pasaje se vuelve mucho más animado y se corresponde más exactamente con el siguiente versículo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad