Cualquiera que me confiese, yo confesaré, etc. Reconocer, etc. A confesar, que aquí significa públicamente a reconocer a Jesucristo el Mesías prometido, y el Hijo de Dios. Esta confesión se extiende a la recepción de todas sus doctrinas, e incluso al menor de sus mandamientos. Para negar Jesucristo es, no reconocer, o para renegar de él; a renunciar a su doctrina, o avergonzarse de la profesión de la misma. Hay una majestuosidad indescriptible en esta miembro del discurso de nuestro Señor: aunque en el estado más bajo de la humanidad, declaró, que su nos confesar ante Dios es la mayor felicidad, y su negándonos la mayor miseria, que nos puede befal.

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