Llame a los obreros, etc.— La igual recompensa otorgada a todos, el centavo dado a cada trabajador como su salario, significa el Evangelio, con sus privilegios y ventajas, que todos disfrutaron en pie de igualdad. El mayordomo que llamó a los obreros a recibir esta recompensa, representa a los Apóstoles y primeros predicadores, por quienes se ofreció el Evangelio tanto a judíos como a gentiles; y las recompensas otorgadas primero a los obreros que vinieron a la hora undécima, significa que los gentiles y prosélitos idólatras disfrutarían del Evangelio con sus privilegios, antes de que la nación judía lo aceptara, la condición no de unos pocos individuos, sino de grandes cuerpos de hombres representados en la parábola.

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