Por tanto, hermanos míos. - Para corregir los abusos de los que ha hablado, y permitirles escapar de los juicios que caían sobre ellos, el Apóstol les da este consejo práctico. Cuando se reúnan en esta fiesta eucarística, no coman con entusiasmo lo que han traído; espere hasta que todos hayan llegado, y luego participe en común de esta comida cristiana. Sin embargo, si algún hombre tiene realmente hambre, entonces déjelo satisfacer su hambre en casa, y venga a esta Cena para que pueda participar de ella, no a su juicio.

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