Hermanos, cada uno en lo que es llamado. - Mejor, se llamó. Aquí tenemos una seria reiteración del principio que subyace en la instrucción anterior: Que el hombre convertido permanezca, en lo que respecta a su estado social o político, como era; al hacerlo, estará con Dios. Fueron acercados a Dios por su conversión, ya fueran libres o esclavos; déjalos que así permanezcan.

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