Pero ten cuidado. - En esta misma cuenta, porque el asunto es uno que es indiferente, porque no hay bien o mal en él, debe buscar en otra parte para su guía en cuanto a cómo se debe actuar. En las cosas que no son indiferentes, el bien o el mal es la única prueba de acción. En las cosas indiferentes debes buscar alguna otra guía, y debes regular tu conducta por el efecto que pueda tener en los demás.

Su libertad, que surge del simple hecho de la naturaleza indiferente de la cosa, puede convertirse en un obstáculo para otros, puede ser la causa de que den un paso en falso en el camino cristiano.

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