Cualquiera que me niegue. - Como ocurre con todas las demás leyes eternas, la bendición sobre quienes cumplen las condiciones a las que está sujeta tiene su contrapartida de ay para quienes no las cumplen. Negar a Cristo en la tierra de palabra o obra, vivir como si su obra no fuera nada para nosotros, debe llevar a que nos niegue en el último gran día.

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