Verso 33. Cualquiera que me niegue... Cualquiera que prefiera su interés mundano al deber para con Dios, valora más las cosas terrenales que las celestiales, y prefiere la amistad de hombres a la aprobación de DIOS.

Recordemos que renunciar a Cristo es no tenerlo ni como Mediador ni como Salvador. Para comparecer ante el tribunal de Dios sin tener a Cristo como nuestro Abogado, y, por el contrario, tenerlo allí como nuestro Juez, y un testigo en nuestra contra, -cómo puede un hombre pensar en esto y no morir con horror !

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