Luego mandó a sus discípulos que no se lo dijeran a nadie. - Podemos aventurarnos a analizar lo que podemos llamar reverentemente los motivos de esta reticencia. Si los discípulos hubieran ido de un lado a otro, no solo como proclamando el reino y como predicadores del arrepentimiento, sino haciendo sonar la consigna de que el Cristo había venido, no habría sido difícil para ellos reunir en torno a Él el homenaje de multitudes excitadas. Sin embargo, no era ese homenaje lo que buscaba, sino el que tenía su raíz en una fe más profunda.

Tiende a presentar un aspecto falso de Su reino a la mente de los hombres; tendía también a prevenir la consumación a la que ahora dirigía los pensamientos de sus discípulos como condición necesaria para que entrara en la gloria de su reino. El celo de la multitud por hacerlo rey a su manera ( Juan 6:15 ) fue lo que Él desaprobó y rechazó.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad