verso 2 Corintios 5:2  Porque en esto gemimos... Mientras estamos en este estado, y en este cuerpo, estamos rodeados de muchas enfermedades, y expuestos a muchas pruebas, de modo que la vida es un estado de disciplina y aflicción, y todo lo que hay dentro y alrededor de nosotros dice: "¡Levántate y vete, porque este no es tu descanso!" Aquellos que aplican estas palabras a lo que llaman el sentido del apóstol del pecado residente, abusan del pasaje. No se menciona ni se pretende nada por el estilo.

Deseando ser revestido con nuestra casa... Este versículo y los siguientes son, en sí mismos, sumamente oscuros, y sólo pueden interpretarse teniendo en cuenta que las expresiones utilizadas por el apóstol son todas judías, y deben interpretarse de acuerdo con el uso que se hace de ellas. Schoettgen ha entrado ampliamente en el argumento aquí empleado por el apóstol, y ha aportado mucha información útil.

Observa, 1. Que la palabra hebrea לבש labash, que responde a la ενδυσασθαι del apóstol, estar vestido, significa estar rodeado, cubierto o investido con cualquier cosa. Así, estar vestido con la incircuncisión, significa ser incircunciso. Yalcut Rubeni, fol. 163.

Sobre las palabras, Éxodo 24:18,  Moisés entró en medio de la nube, y lo subió al monte, Sohar Éxodo, fol. 77, tiene estas palabras, Entró en medio de la nube, como si uno se pusiera una prenda; así que fue VESTIDO con la NUBE. Sohar Levit., fol. 29: "Los justos están en el paraíso terrenal, donde sus almas están vestidas con la corona lúcida"; es decir, están rodeados, rodeados de luz, etc.

2. La palabra בית beith, CASA, en hebreo denota a menudo una cubierta, una caja o un vestido. Así, en el Targum de Onkelos, בית אפי beith appei, la CASA o la CARA, es un velo y así בית אצבעים beith etsbaim, la CASA de los DEDOS, y בית יד beith yad, la CASA de la MANO, significan guantes; בית רגלים beith regalim, la CASA de los PIES, los zapatos. Por tanto, οικητηριον - επενδυσασθαι, estar vestido con una casa, puede significar cualquier cualidad particular del alma; lo que nosotros, siguiendo la misma forma de hablar, llamamos un hábito, es decir, un abrigo o vestimenta. Así decimos que el hombre tiene un hábito de vicio, un hábito de virtud, un hábito de jurar, de humildad, etc.

3. Los judíos atribuyen vestiduras al alma, tanto en este como en el otro mundo, y como sostienen que todas las almas humanas preexisten, dicen que, antes de ser asignadas a los cuerpos, tienen una cubierta que les responde al mismo fin antes de entrar en la vida que sus cuerpos después. Y afirman que el designio de Dios al enviar a las almas al mundo es que puedan conseguirse una vestimenta mediante el estudio de la ley y las buenas obras. Véanse varias pruebas en Schoettgen.

4. Es evidente, además, que por esta vestidura o cobertura del alma entienden simplemente lo que nosotros entendemos por adquirir la imagen de Dios: ser hechos santos. Esta imagen afirman que "Adán la perdió por su caída, y representan al hombre en estado pecaminoso como si estuviera desnudo". Así representan a los israelitas, antes de hacer el becerro fundido, como si hubieran recibido las vestiduras sagradas del monte Sinaí, pero después, al haber adorado al becerro, fueron despojados de ellas y quedaron desnudos.

5. Pero a pesar de que hablan de esta vestimenta como implicando disposiciones justas y santas, y cualidades celestiales, sin embargo, todos están de acuerdo en asignar ciertos vehículos a los espíritus separados, en los que actúan; pero de estos vehículos tienen nociones extrañas; sin embargo, reconocen que sin ellos, ya sea de luz, fuego, etc., o cualquier otra cosa, no pueden ver y contemplar la Sabiduría Suprema. En la Sinopsis Sohar, página 137, tenemos estas palabras: "Cuando se acerca el momento en que un hombre ha de partir de este mundo, el ángel de la muerte le quita su vestimenta mortal y le viste con una del paraíso, en la que puede ver y contemplar la Sabiduría Suprema y por eso se dice que el ángel de la muerte es muy bondadoso con el hombre, porque le quita la vestimenta de este mundo, y le viste con una mucho más preciosa preparada en el paraíso."

Cuando el apóstol dice que deseaban fervientemente ser vestidos con nuestra casa que es del cielo, quiere decir ciertamente que la gran preocupación de todos los genuinos seguidores de Dios era estar plenamente preparados para disfrutar de la visión beatífica de su Hacedor y Redentor.
 

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad