Verso 12. Con tranquilidad trabajan... μετα ησυχιας. Con silencio; dejando sus habladurías e intromisiones oficiosas. ¡Menos ruido y más trabajo!

Que - trabajan, y se comen su propio pan... Su propio pan, porque ganado por su propia y honesta labor. ¡Qué cosa tan degradante es vivir de la generosidad o de la misericordia de otro, mientras que un hombre es capaz de adquirir su propio sustento! Quien puede someterse a esto ha perdido el espíritu de independencia; y tiene en él un corazón de mendigo, y no es capaz más que de acciones bajas y mendaces. Testigo de ello es la gran masa del pueblo de Inglaterra, que por su dependencia de las tasas de los pobres, de ser laboriosos, independientes y respetuosos, se convierten en ociosos, despilfarradores y caballerosos; propagadores y autores de crímenes; un descrédito para la nación y una maldición para la sociedad. El mandato del apóstol es un remedio para tales personas, y la Iglesia de Dios debe rechazarlas y repudiarlas.

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