Versículo 13. No te canses de hacer el bien... Mientras no tendáis la mano para socorrer a los indolentes y perezosos, no olvidéis a los verdaderos pobres, a los auténticos representantes de un Cristo empobrecido, y preferid aliviar a cien objetos que no lo merecen, antes que pasar por alto a uno que sea un verdadero objeto de caridad.

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