Verso 25. Apliqué mi corazón. Recorrí, סבותי sabbothi , hice un circuito; circunscribí el terreno que debía atravesar; y todo dentro de mi círculo estaba decidido a conocer, e investigar, y buscar la sabiduría, y la razón de las cosas. ¿Tiene el hombre razón y entendimiento? Si es así, éste es su trabajo. Dios le llama tanto a usar de estas facultades de este modo, como a creer en el Señor Jesús para salvarse; y el que no lo hace, según los medios de que dispone, es un siervo perezoso, a quien Dios puede con justicia quitar el talento mal empleado o no usado, y castigarle por su negligencia. Toda doctrina de Dios es materia de trabajo tanto para la razón como para la fe.

Para conocer la maldad de la necedad, incluso de la necedad y de la locura.

"Y mi propio corazón, con escrutinio severo,

con mucho, la tarea más difícil estudió; intento

de rastrear la sabiduría que del cielo desciende,

fuente de aguas vivas, y explorar

la fuente de la locura humana, cuyas sucias corrientes

intoxican y matan".

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