Verso Éxodo 32:4La formó con un buril. Ha habido mucha controversia sobre el significado de la palabra חרט cheret en el texto: algunos lo hacen un molde, otros una prenda, tela o delantal; algunos un bolso o bolsa, y otros un buril. Es probable que se hiciera algún molde en esta ocasión, que el oro al fundirse se fundiera en él, y que después se le diera forma y simetría por la acción del cincel y el buril.

Estos son tus dioses, oh Israel.  Todo esto es una transacción de lo más extraña e inexplicable. ¿Era posible que el pueblo hubiera perdido de vista tan pronto las maravillosas manifestaciones de Dios en el monte? ¿Era posible que Aarón se imaginara que podía hacer un dios que los ayudara? Y, sin embargo, no parece que haya reñido nunca con el pueblo. Posiblemente sólo pretendía hacerles alguna representación simbólica del poder y la energía divinos, que pudiera ser tan evidente para ellos como lo había sido la columna de nube y fuego, y a la que Dios pudiera atribuir una energía e influencia siempre presentes; o al exigirles que sacrificaran sus ornamentos, podría haber supuesto que desistirían de insistir en su petición: pero todo esto es una mera conjetura, con muy poca probabilidad para apoyarla. Sin embargo, hay que admitir que Aarón no parece haber diseñado un culto que sustituyera al culto del Altísimo; de ahí que lo encontremos proclamando: Mañana es una fiesta para el Señor, (יהוה); y encontramos además que algunos de los ritos propios del verdadero culto se observaron en esta ocasión, pues trajeron holocaustos y ofrendas de paz,  Éxodo 32:6-2: por lo tanto, es evidente que pretendía que el verdadero Dios fuera el objeto de su culto, aunque permitió e incluso les animó a ofrecer este culto a través de un medio idólatra, el becerro fundido. Se ha supuesto que éste era un parecido exacto del famoso dios egipcio Apis, que era adorado bajo la forma de un buey, culto que los israelitas sin duda vieron practicar a menudo en Egipto. Sin embargo, algunos piensan que este culto a Apis no estaba entonces establecido; pero ya hemos tenido suficientes pruebas de que diferentes animales eran sagrados entre los egipcios, y tampoco tenemos constancia de ningún culto en Egipto anterior al ofrecido a Apis, bajo la figura de un BUEY.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad