Verso Gálatas 5:6 . Porque en Jesucristo... Por la dispensación del Evangelio, todas las observancias legales, como esenciales para la salvación, han sido eliminadas; y la incircuncisión, o el estado gentil, contribuye tanto a la salvación como la circuncisión o el estado judío; ambos son igualmente ineficaces; y nada sirve ahora a los ojos de Dios sino esa fe δι' αγαπης ενεργουμενη, que se hace activa, o enérgica, por el amor. Dios no reconoce ninguna fe, como de la operación de su Espíritu, que no sea activa u obediente; pero el principio de toda obediencia a Dios, y de la beneficencia al hombre, es el amor; por tanto, la fe no puede obrar si no está asociada al amor. El amor a Dios produce la obediencia a su voluntad; el amor al hombre no obra ningún mal, sino, por el contrario, todo acto de bondad. La fe que no obra por el amor es la circuncisión o la incircuncisión, o como quiera llamarla su poseedor; sin embargo, no es nada que le sirva de apoyo cuando Dios venga a quitarle el alma. No sirve de nada. Este AMOR humilde, santo, operativo y obediente, es la gran piedra de toque de todos los credos y confesiones de fe humanas. La fe sin esto no tiene alma ni operación; en el lenguaje del Apóstol Santiago, está muerta, y no puede realizar ninguna función de la vida espiritual, no más que un hombre muerto puede realizar los deberes de la vida animal o civil.

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