Gálatas 5:1-26

1 Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se pongan otra vez bajo el yugo de la esclavitud.

2 He aquí yo, Pablo, les digo que si se dejan circuncidar, de nada les aprovechará Cristo.

3 Y otra vez declaro a todo hombre que acepta ser circuncidado, que está obligado a cumplir toda la ley.

4 Ustedes, que pretenden ser justificados en la ley, ¡han quedado desligados de Cristo y de la gracia han caído!

5 Porque nosotros por el Espíritu aguardamos por la fe la esperanza de la justicia.

6 Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la fe que actúa por medio del amor.

7 Corrían bien. ¿Quién los estorbó para no obedecer a la verdad?

8 Tal persuasión no proviene de aquel que los llama.

9 Un poquito de levadura leuda toda la masa.

10 Yo confío en el Señor con respecto a ustedes que no pensarán de ninguna otra manera; y el que los inquieta llevará su castigo, sea quien sea.

11 Pero con respecto a mí, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué aún soy perseguido? En tal caso, se habría quitado el tropiezo de la cruz.

12 ¡Ojalá se mutilasen los que los perturban!

13 Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor,

14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

15 Pero si se muerden y se comen los unos a los otros, miren que no sean consumidos los unos por los otros.

16 Digo, pues: Anden en el Espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne.

17 Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente para que no hagan lo que quisieran.

18 Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley.

19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: inmoralidad sexual, impureza, desenfreno,

20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos,

21 envidia, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,

23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley

24 porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25 Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.

26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.

LA PERORACION EXHORTACION A QUE ESTEN FIRMES EN LA LIBERTAD EVANGELICA YA EXPLICADA, Y NO SEAN LLEVADOS POR LOS JUDAIZANTES A LA CIRCUNCISION O A LA JUSTIFICACION POR LA LEY: AUNQUE LIBRES, QUE SE SIRVAN UNOS A OTROS EN AMOR: QUE CAMINEN POR EL ESPIRITU, PRODUCIENDO LOS FRUTOS DEL MISMO, NO EN LAS OBRAS DE LA CARNE.

1. Los manuscritos más antiguos leen: “En libertad. Así Alford. Moberley, Humphrey y Ellicott; pero como en este pasaje no hay palabra griega por “en”, como la hay en 1 Corintios 16:13; Filipenses 1:27; Filipenses 4:1, prefiero traducir, “Es para libertad que” Cristo nos libertó (no en o para un estado de servidumbre). Estad firmes, pues, y no seáis envueltos otra vez en un yugo de esclavitud” (es decir, en la ley, cap. 4:24; Hechos 15:10). Sobre “otra vez”, véase Nota, cap. 4:9.

2. He aquí—Esto es, fijaos en lo que digo. yo Pablo—Aunque ahora vosotros tenéis en poco mi autoridad, yo, sin embargo, doy mi nombre y mi autoridad personal como suficientes para refutar toda oposición de adversarios. os digo, que si os circundareis—No como Alford, “Si continuáis siendo circuncidados”. Más bien, “si permitís el ser circuncidados”, es decir, bajo la impresión de que esto es necesario para la justificación (v. 4; Hechos 15:1). La circuncisión aquí no se considera simplemente como un rito (porque, vista como un mero rito nacional, era practicado por amor a la conciliación por Pablo mismo, Hechos 16:3), sino como el símbolo del judaísmo y legalismo en general. Si la circuncisión es necesaria, entonces el evangelio de la gracia llega a su fin. Si el evangelio es el camino de la justificación, entonces no lo es el judaísmo de ninguna manera. Cristo no os aprovechará nada—(Cap. 2:21). Porque la justicia de las obras legales y la justificación por la fe no pueden coexistir. “El que es circuncidado para la justificación, porque teme a la ley; y el que teme, desconfía del poder de la gracia; y el que desconfía, no puede aprovecharse de aquella gracia de la cual desconfía”. [Crisóstomo].

3. vuelvo a protestar a todo hombre—lo mismo que “a vosotros” (v. 2). que se circuncidare—el que se somete para ser circuncidado. Tal persona venía a ser un “prosélito de la justicia”. está obligado a hacer toda la ley—Es imposible que el hombre la guarde en parte, mucho menos que cumpla con ella enteramente (Santiago 2:10); sin embargo, ninguno puede ser justificado por la ley a menos que la guarde totalmente (cap. 3:10).

4. Lit., “Fuisteis hechos vacíos de parte de Cristo”, es decir, vuestra conexión con Cristo ha llegado a ser vacía (v. 2). Véase Romanos 7:2, “Libre de la ley del marido”, donde ocurre la misma palabra griega como aquí. los que por la leygriego,en la ley”, como el elemento en el cual la justificación ha de realizarse. os justificáis—“os estáis justificando”, o tratando de justificaros. de la gracia habéis caído—No “estáis” más en la gracia (Romanos 5:2). La gracia y la justicia legal no pueden coexistir (Romanos 4:4; Romanos 11:6). Cristo, por la circuncisión (Lucas 2:21), se encargó de obedecer toda la ley, y cumplir toda justicia por nosotros; por lo tanto, cualquiera que ahora trata de cumplir la ley por sí mismo en cualquier grado para obtener una justicia justificadora, se separa de la gracia que resulta del cumplimiento de la justicia por Cristo, y viene a ser “deudor a hacer toda la ley” (v. 3). El decreto del concilio de Jerusalén no había dicho nada tan fuerte como esto; meramente había decidido que los cristianos gentiles no estaban obligados a las observancias legales. Pero los gálatas, aunque no pretendían estar obligados a ellas, se imaginaban que en las ordenanzas había una eficacia para merecer un grado más alto de perfección (cap. 3:3). Esto explica por qué Pablo no hace ninguna referencia a aquel decreto. El ocupó un plano mucho más alto. Véase Paley, Horae Paulinae. A la mente natural le gusta estar sujeta con cadenas externas, y está propensa a forjarlas para sí para que ocupen el lugar de la santidad de corazón.

5. Porque—la prueba de la afirmación: “de la gracia habéis caído”, haciendo un contraste entre el caso de los legalistas y la “esperanza” de los cristianos. nosotros por el Espíritu—en oposición a “según la carne” (cap. 4:29), o a la manera carnal de justificación, como lo es la circuncisión y las ordenanzas legales. “Nosotros” es enfático, y es contrastado con “los que por la ley os justificáis” (v. 4). esperamos la esperanza de la justicia—“Nosotros aguardamos la realización de la esperanza (que es el fruto) de la justicia (es decir, la justificación que viene) por (lit., “de entre”) la fe”, Romanos 5:1, Romanos 5:4; Romanos 8:24 : “Si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos”. Este es un paso más adelante que el ser “justificado”; no sólo somos justificados, sino que “esperamos la esperanza” que está unida a la justificación, y es su plena consumación. La “justicia”, en el sentido de la justificación, es alcanzada por el creyente una vez por todas; pero la consumación de ella en la futura perfección en el cielo, es el objeto de la esperanza que se aguarda; “me está guardada la corona de justicia” (2 Timoteo 4:8); “la esperanza que está guardada en los cielos” (Colosenses 1:5; 1 Pedro 1:3).

6. Porque—Confirmando la verdad de que es “por la fe” (v. 5). en Cristo Jesús—En unión con Cristo (el Salvador “Ungido”), que es Jesús de Nazaret. ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión—Esto va dirigido a aquellos que, no siendo ni legalistas, ni judaizantes, se creen cristianos por esta razón sola. sino la fe que obra por la caridad—Esto corresponde a “una nueva criatura” (o creación nueva” cap. 6:15) como su definición. Así en vv. 5, y 6, tenemos las tres: “fe”, “esperanza” y “caridad”. El griego expresa: “que obra eficazmente” es decir, que exhibe su energía guiada por el amor (1 Tesalonicenses 2:13). El amor no se une con la fe en el acto de justificar, sino que es el principio de las obras que siguen tras la justificación por la fe. No piensen los legalistas que defienden la circuncisión, que la esencia de la ley se tenga en poco por la doctrina de la justificación por la fe sola. No; “toda la ley se cumple en aquesta sola palabra: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, el amor, que es el principio sobre el cual “la fe obra”. (v. 14). Que busquen ellos esta “fe”, la cual los capacitará para cumplir de veras la ley, Otra vez. no piensen aquellos que se jactan de su incircuncisión que, como la ley no justifica, ellos sean libres para caminar “según la carne” (v. 13). Que busquen ellos, pues, aquel “amor” que es inseparable de la verdadera fe (Santiago 2:8, Santiago 2:12). El amor es completamente contrario a las enemistades que hubo entre los gálatas (vv. 15, 20). El Espíritu (v. 5) es un Espíritu de “fe” y “amor” (véase Romanos 14:17; 1 Corintios 7:19).

7. Vosotros corríais bienTradúzcase: “Vosotros estabais corriendo bien” en la carrera del evangelio (1 Corintios 9:24; Filipenses 3:13). ¿quién—que fuese digno de ser escuchado [Bengel]: refiriéndose a los judaizantes (comp. cap. 3:1). os embarazó—“estorbó”; el griego quiere decir, lit., “estorbar destruyendo el camino” para no obedecer a la verdad?—para no someteros a la verdadera manera evangélica de justificación?

8. Esta persuasiónGriego,La persuasión”, es decir, aquella a la cual os estáis sometiendo. Hay un juego de palabras en el original, siendo la palabra griega por persuasión de la misma raíz que “obedecer” (v. 7). Esta persuasión a la cual habéis obedecido. no es de aquel—No es de parte de Dios; no emana de él, sino de un enemigo. que os llama—(v. 13; cap. 1:6; Filipenses 3:14 1 Tesalonicenses 5:24). El llamamiento es la regla de toda carrera. [Bengel].

9. Un poco de levadura leuda toda la masa—La levadura representa la enseñanza falsa de los judaizantes. Una pequeña porción del legalismo, mezclada con el evangelio, corrompe su pureza. El añadir ordenanzas y obras legalistas en el grado mínimo a la justificación por la fe, es socavar “el todo”. De modo que el término “levadura” se usa para describir la doctrina falsa (Mateo 16:12; comp. Mateo 13:33). En 1 Corintios 5:6, “levadura” quiere decir la influencia corruptora de una persona mala; basándose en esto, Bengel cree que se refiere aquí a la persona (vv. 7, 8, 10) que los desvió. Eclesiastés 9:18, “Un pecador destruye mucho bien” (1 Corintios 15:33). Yo prefiero referirla a la doctrina falsa, para relacionarla con el término “persuasión” (v. 8).

10. Yo confío de vosotros en el SeñorGriego, “Yo (enfático: “Yo de mi parte”) tengo confianza en el Señor respecto a vosotros (2 Tesalonicenses 3:4), que ninguna otra cosa sentiréis” (no seréis más que lo que, por medio de esta Epístola, yo deseo que seáis, Filipenses 3:15). mas el que os inquieta—(Cap. 1:7; Hechos 15:24; Josué 17:25; 1 Reyes 18:17). Alguno, probablemente, era prominente entre los seductores, aunque la denuncia se aplica a todos (cap. 1:7; 4:17). llevará el juicio—como carga pesada; el juicio debido e inevitable de parte de Dios. Pablo hace una distinción entre los seductores y los seducidos, quienes fueron desviados por indiscreción y que ahora han sido corregidos por él. El apóstol espera, confiado en la bondad de Dios, que volverán a la senda recta dejando la del seductor quien está condenado a juicio. quienquiera que él sea—si grande (cap. 1:8) o pequeño.

11. si aun predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía?Tradúzcase: “Si aún estoy predicando (como hacía antes de mi conversión) la circuncisión, ¿por qué soy perseguido todavía?” El inquietador judaizante de los gálatas había dicho: “Pablo mismo predica la circuncisión”, como se ve al haber circuncidado a Timoteo (Hechos 16:3; comp. también Hechos 20:6; Hechos 21:24). Pablo contesta por anticipado esta acusación: “En cuanto a mí, el hecho de que soy perseguido todavía por los judíos, demuestra claramente que no estoy predicando la circuncisión; pues es justamente porque predico a Cristo, y no la ley mosaica, como la única base de la justificación, por lo que ellos me persiguen. Si por condescendencia él vivía como judío entre los judíos, fué por apegarse al principio enunciado (1 Corintios 7:18, 1 Corintios 7:20; 1 Corintios 9:20). La circuncisión o la incircuncisión son de poca importancia en sí mismas; su legalidad o su ilegalidad depende del concepto que tenga de ellas quien las practica. La razón por la cual los gentiles gálatas se dejaban circuncidar era la suposición de que la circuncisión influía favorablemente en su situación delante de Dios. El hecho de que Pablo viviera como gentil entre los gentiles, mostraba claramente que, si vivía como judío entre los judíos, no se debía a que él lo creyera meritorio ante Dios, sino que lo consideraba como algo indiferente. El podía con derecho, como judío de nacimiento, practicar los ritos judíos con el fin de no poner ningún tropiezo innecesario para el evangelio en el camino de sus compatriotas. pues que—Suponiendo que lo hiciera así, “entonces” en tal caso. quitado es el escándalo de la cruz—Es decir, quitado es el escándalo o tropiezo (1 Corintios 1:23) ocasionado a los judíos por la cruz. De este modo, la acusación de los judíos contra Esteban no fué que él predicara a Cristo crucificado, sino que él “no cesaba de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y la ley”. Ellos habrían soportado lo primero, es decir, la predicación de Cristo, hasta cierto punto, si él hubiera entreverado con ella la justificación en parte por la circuncisión y la ley, y si él, por medio del cristianismo, hubiese traído convertidos al judaísmo. Pero si la justificación en algún grado dependía de las ordenanzas legales, en aquel mismo grado fué innecesaria la crucifixión de Cristo y nada podría aprovechar (vv. 2, 4). Sabio Terrenal, de la ciudad de Política Carnal, desvía a Cristiano de la senda estrecha de la Cruz, a la casa de Legalidad. Pero el camino conducía hacia arriba sobre una montaña, la cual, a la medida que avanzaba Cristiano, amenazaba caer sobre él y aplastarle, en medio de relámpagos que provenían de la montaña (El Peregrino, de Bunyan; Hebreos 12:18).

12. Ojalá fuesen también cortados—Así como ellos desean que vuestro prepucio sea amputado y desechado por la circuncisión, así ellos debieran ser cortados de vuestra comunión, ya que son tan inútiles como el prepucio que ha sido amputado (cap. 1:7, 8; comp. Filipenses 3:2). Los “padres” Jerónimo, Ambrosio, Agustín y Crisóstomo explican: “Ojalá que se les fuera cortado no sólo el prepucio, sino todo el miembro; si la circuncisión no es bastante para ellos, entonces que tengan la escisión también; una explosión que no correspondía al carácter de este apóstol. Pero los vv. 9, 10 claramente indican la excomunión como el juicio que amenazaba a los perturbadores; siendo el peligro de que la “levadura” mala se extendiera, el motivo para la expulsión.

13. Porque vosotros—El “vosotros” es enfático, por su posición en el griego, “Vosotros, hermanos,” etc.; en oposición a aquellos legalistas “que os inquietan”. a libertad habéis sido llamados—El griego expresa: “Sobre fundamento de libertad”. El estado o condición en que habéis sido llamados a la salvación, es un estado de libertad. La libertad evangélica consiste en tres cosas: libertad del yugo mosaico, del pecado y del temor servil. solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carneTradúzcase: “Solamente que no tornéis la libertad (vuestra) en una ocasión para la carne”. No déis a la carne el pretexto (Romanos 7:8, “ocasión”) para su indulgencia que ella ansiosamente busca; no permitáis que la carne haga de la “libertad” cristiana un pretexto para su indulgencia (v. 16, 17; 1 Pedro 2:16; 2 Pedro 2:19; Judas 1:4). sino servíos por amor los unos a los otrosGriego, “Sed siervos (estad en servidumbre) unos a otros”. Si tenéis que ser siervos, entonces sed siervos unos a otros, en amor. Mientras que estáis libres en cuanto al legalismo, estad obligados por el Amor (el artículo en el griego personifica el amor en lo abstracto) a serviros unos a otros (1 Corintios 9:19). Aquí Pablo insinúa que las contiendas de ellos resultaban de su ambición de tener dominio sobre otros. “Porque la ambición de tener el poderío es la madre de las herejías”. [Crisóstomo].

14. toda la leyGriego, “la ley entera”, la ley mosaica. en aquesta sola palabraEl amor a Dios se presupone como la raíz de la cual surge el amor al prójimo; y es en este sentido que este precepto (esto quiere decir “palabra” aquí) se dice que está cumpliendo “toda la ley” (Levítico 19:18). El amor es “la ley de Cristo” (cap. 6:2; Mateo 7:12; Mateo 22:39; Romanos 13:9). se cumple—No como el Texto Recibido, “se está cumpliendo”, sino como los manuscritos más antiguos, “ha sido cumplida”; y así es como la ley “recibe su plena perfección”, así como las enseñanzas rudimentarias son cumplidas por la doctrina más perfecta. La ley sólo unía a los israelitas; el evangelio une a todos los hombres, en su relación para con Dios. [Grocio].

15. os mordéis—Difamáis vuestro carácter. y os coméis—Os destruís injuriándoos, extorcionándoos, etc. (Habacuc 1:13; Mateo 23:14; 2 Corintios 11:20). mirad que no os consumáis—La fortaleza del alma, la salud del cuerpo, el carácter y los recursos, todos son consumidos en las contiendas. [Bengel].

16. Digo pues—Repitiendo en otras palabras lo que ya ha dicho y explicando el sentimiento del v. 3. “Lo que quiero decir es esto”: Andad en el EspírituGriego, “Por (siendo gobernados por el Espíritu Santo (comp. vv. 16-18, 22, 25; cap. 6:1-8, con Romanos 7:22; Romanos 8:11). La mejor manera de evitar que la cizaña entre en la medida de trigo, es llenando la medida de trigo. y no satisfagáis la concupiscencia de la carne—Es decir, no satisfagáis al hombre natural, de quien surgen los males mencionados (vv. 19-21). El espíritu y la carne se excluyen mutuamente el uno al otro. No se nos ha prometido que no tendremos malas concupiscencias, sino que “no las debemos satisfacer”. Si el espíritu que habita en nosotros puede estar tranquilo bajo el pecado, no es un espíritu que venga del Espíritu Santo. La paloma inocente tiembla al ver aun una pluma del halcón.

17. Porque la carne codicia contra el Espíritu—La razón por qué caminar por el Espíritu excluirá el satisfacer las concupiscencias de la carne, es decir, su oposición mutua. y el Espíritu contra la carne—no “codicia”, sino que “propende (o alguna palabra semejante hay que suplir) contra la carne”. para que no hagáis lo que quisiereis—El Espíritu lucha contra la carne y su influencia mala; y la carne contra el Espíritu y su influencia buena, de suerte que ni el uno ni la otra, pueden llegar a la plena actividad. “Mas” (v. 18) donde prevalece “el Espíritu”, el resultado de la lucha no queda más dudoso (Romanos 7:15). [Bengel]. El griego dice: “se oponen para que no hagáis las cosas que quisiereis”. “La carne y el Espíritu son mutuamente contrarios”, de modo que tendréis que distinguir lo que procede del Espíritu, y lo que procede de la carne; y no tendréis que cumplir lo que quisiereis según la personalidad carnal, sino según lo que desea el Espíritu dentro de vosotros. [Neander]. Mas la antítesis del v. 18 (“Mas”, etc), donde se decide el conflicto, demuestra, me parece, que aquí el v. 17 contempla la incapacidad tanto para efectuar el bien que “quisiereis” debido a la oposición de la carne, como para hacer el mal que quisiere la carne, debido a la oposición del Espíritu en el hombre regenerado (tal como se supone que son los gálatas), mientras no nos sometamos del todo al Espíritu “para andar en el Espíritu” (vv. 16, 18).

18. Mas si sois guiados—Es decir, si os sometéis para ser guiados. del [por el] Espíritu, no estáis bajo la ley—Porque no estáis obrando las obras de la carne (vv. 16, 19-21) las cuales ponen a uno “bajo la ley” (Romanos 8:2, Romanos 8:14). La “ley del Espíritu … me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. (Romanos 8:23). La ley es hecha para el hombre carnal y para las obras de la carne (1 Timoteo 1:9), “no para el justo” (Romanos 6:14).

19-23. Confirmando el v. 18, muestra la oposición existente entre las obras de la carne y el fruto del Espíritu. Y manifiestas son las obras de la carne—El principio carnal oculto, es revelado palpablemente por medio de las obras, de modo que éstas no son difíciles de descubrir y claramente demuestran que no vienen de parte del Espíritu. que songriego, “tales como”, por ejemplo. adulterio—Omitido en los manuscritos más antiguos. disolución—Puede manifestarse en la “lascivia”, mas no necesariamente, o en todos los casos (véase, (Marco 7:21, donde no es asociada con las codicias carnales). [Trench]. Las “obras” (en el plural) son atribuídas a la “carne” porque están divididas y frecuentemente son contrarias la una a la otra, y aun cuando sean tomadas una por una, revelan su origen carnal. Pero el “fruto del Espíritu” (v. 22) es singular, porque por múltiples que sean los resultados, éstos forman un todo armonioso. Los resultados de la carne no son dignificados por el nombre “fruto”; no son sino “obras” (Efesios 5:9, Efesios 5:11). El apóstol enumera aquellas obras carnales (cometidas contra nuestro vecino, contra Dios y contra nuestras personas) a las cuales estaban propensos los gálatas (los celtas siempre han sido propensos a las disputas y contiendas entre sí); y aquellas manifestaciones del fruto del Espíritu ellos más necesitaban (vv. 13, 15). Este pasaje manifiesta que “la carne” no quiere decir meramente sensualidad, como opuesta a la espiritualidad; porque las “disensiones” (o “divisiones”) mencionadas en esta lista no resultan de la sensualidad. La identificación del “hombre natural” con el “hombre carnal” (1 Corintios 2:14), indica que “la carne” expresa la naturaleza humana como apartada de Dios. Trench hace notar, como prueba de nuestro estado de seres caídos, cuánto más rico es el vocabulario en palabras por los pecados que en las que indican las gracias. Pablo enumera diez y siete “obras de la carne”, mas sólo nueve manifestaciones del “fruto del Espíritu” (véase Efesios 4:31).

20. hechicerías—Brujería; de frecuente ocurrencia en Asia (Hechos 19:19; comp. Apocalipsis 21). enemistadesGriego, odios. pleitos—“lucha”, en número singular, en los manuscritos más antiguos. celos—o “rivalidad,” en el singular, en los manuscritos más antiguos; los “celos” por amor de las ventajas personales. Las “envidias” (v. 21) aun son sin beneficios a la persona misma. [Bengel]. iras—Es decir, “explosiones apasionadas”. [Alford.] contiendas—Más bien, como el griego, “facciones”, “cabalas”; de una raíz griega, que quiere decir, “trabajador asalariado”; de ahí, medios indignos para lograr fines; prácticas facciosas. disensiones—Es decir, sediciones, en cuanto a asuntos seculares. herejías—Cismas en cuanto a cosas sagradas (Nota, 1 Corintios 11:19). Partidos constituídos, formados en la congregación. El término griego se origina de una raíz griega que significa escoger. Un cisma es una división reciente en la congregación por diferencia de opinión. Una herejía es un cisma que se ha arraigado. [Agustín, Con. Crescon. Don. 2:7].

21. de las cuales os denuncio—antes del acontecimiento. como ya os he anunciado—Cuando estaba con vosotros os anuncié a vosotros, los que creéis en la justificación por la ley, y sois negligentes en guardar la ley (Romanos 2:21). que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios—(1 Corintios 6:9; Efesios 5:5).

22. caridad—Amor, el principal del conjunto de gracias (1 Corintios cap. 13). benignidad—que es conciliatoria para con otros; mientras que la “bondad”, aunque dispuesta a hacer bien, no tiene tal suavidad de maneras. [Jerónimo]. Alford traduce “benevolencia”. fe—“Fidelidad”; que es contraria a las “herejías”. [Bengel]. Alford se refiere a 1 Corintios 13:7 : “Cree todas las cosas”; fe en el sentido más amplio, para con Dios y el hombre. “Integridad”. [Conybeare y Howson].

23. templanza—La raíz griega da a entender refrenamiento de sí mismo en cuanto a deseos y concupiscencias. contra tales cosas—No personas, sino cosas, como en el v. 21. no hay ley—Confirmando el v. 18: “No estáis bajo la ley” (1 Timoteo 1:9). La ley misma manda amar (v. 14); tan lejos está de ser “contra tales cosas”.

24. los que son de Cristo—Los que pertenecen a Cristo, y son “guiados por (su) Espíritu” (v. 18). han crucificado la carne—La clavaron en la cruz una vez y para siempre, cuando llegaron a ser de Cristo, al creer y ser bautizados (Romanos 6:3). Ahora la carne se halla en ellos en un estado de crucifixión (Romanos 6:6); de suerte que el Espíritu puede producir en ellos, comparativamente ininterrumpido por la carne, “el fruto del Espíritu” (v. 22). “El hombre, por la fe, está muerto a su concepto anterior de una vida de pecado, y se levanta a una vida nueva (v. 25) de comunión con Cristo (Colosenses 3:3). El acto por medio del cual ellos han crucificado la carne con sus concupiscencias, ya se ha realizado idealmente en principio. Pero la práctica, o la conformación anterior de la vida, tiene que armonizar con la tendencia dada a la vida interior” (v. 25). [Neander]. Hemos de ser ejecutores, o verdugos, tratar cruelmente al pecado que ha causado la operación de todas las crueldades en el cuerpo de Cristo. con los afectosTradúzcase, “con sus pasiones”. Así ellos están muertos al poder que tiene la ley para condenar, la cual existe sólo para el hombre carnal y sus concupiscencias (v. 23).

25. Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu—Más bien, como el griego: “Si vivimos (Nota, v. 24) por el Espíritu, andemos también (v. 16; cap. 6:16) por el Espíritu”. Que nuestra vida práctica corresponda con el principio ideal interior de nuestra vida espiritual, es decir, nuestra posición por fe como muertos al pecado, y separados de él, y de la condenación de la ley. “La vida por (o en) el Espíritu” no es una influencia casual del Espíritu, sino un estado permanente, en el cual estamos continuamente vivos, aunque alguna vez durmiendo e inactivos.

16. No seamos codiciosos de vanagloriaGriego, “No lleguemos a ser”. Mientras que no dice que los gálatas sean “vanagloriosos”, ahora dice que son capaces de llegar a serlo. irritando los unos a los otros—Un efecto de la “vana gloria” en los más fuertes; así como la “envidia” es el efecto que ella obra en los más débiles. Este era un peligro común tanto en los gálatas ortodoxos como en los judaizantes.

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