Versículo Habacuc 2:20 . El Señor está en su santo templo. Jehová tiene su templo , el lugar donde ha de ser adorado ; pero no hay imagen . Sin embargo, se dan oráculos ; y cada palabra de ellos es verdad , y se cumple en su tiempo. Y este templo y su adoración son santos ; allí no se puede practicar ninguna abominación , y todo en él conduce a la santidad del corazón y de la vida.

Que toda la tierra guarde silencio delante de él.  Que todos sean tontos. Que ninguno de ellos se atreva a abrir la boca en la presencia de Jehová. Sólo él es soberano. Sólo él es el árbitro de la vida y la muerte. Que todos escuchen sus mandamientos con el más profundo respeto, obedézcanlos con la más pronta diligencia y adoren con la más profunda reverencia. Cuando un soberano asiático acude a la mezquita en cualquiera de las fiestas orientales, como el Bairham , reina el más profundo silencio entre todo su séquito, visires, embajadores extranjeros, etc. Todos se inclinan respetuosamente ante él, pero no se habla ni se pronuncia ningún sonido. Es a esta especie de reverencia a la que alude el profeta, y con esto concluye la parte profética de este libro. Lo que Dios ha amenazado o prometido, eso lo cumplirá. Que toda alma se incline ante él y se someta a su autoridad.

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