Pero el Señor está en su santo templo, pero Jehová, el Dios verdadero, no es como uno de ellos, sino que vive para siempre en su santo templo, los cielos, desde donde contempla y gobierna todas las cosas, y es la fuente del ser, vida, poder y salvación para su pueblo. Que toda la tierra guarde silencio ante él O, como la LXX. ríndelo, quédate asombrado o teme ante él.La consideración de sus infinitas perfecciones, su propia existencia, independencia, supremacía, inmensidad, eternidad; su omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia; su santidad sin mancha, su verdad inviolable y justicia imparcial; y especialmente su autoridad y dominio soberanos, debería impresionar a todos los hombres con un temor reverencial, y debería disponerlos a la más perfecta sumisión hacia él; particularmente cuando lo ven ejecutando sus juicios en el mundo, como haría en breve con los caldeos. La expresión se toma del comportamiento reverente que los jóvenes, sirvientes y otros suelen manifestar al guardar silencio en presencia de sus superiores. O alude al silencio que se guarda en los tribunales de justicia cuando un juez pronuncia la sentencia.

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