Versículo Hechos 20:28 . Os hizo supervisores... εθετο επισκοπους, Os han nombrado obispos; pues así traducimos la palabra original en la mayoría de los lugares donde aparece: pero supervisores, o inspectores, es mucho más apropiado, de επι, sobre, y σκεπτομαι, miro. Las personas que examinan el estado espiritual del rebaño de Dios, y cuidan de conducirlo dentro y fuera, y de encontrarle pastos, se denominan episcopoi, o superintendentes. El oficio de obispo viene de Dios; sólo un verdadero pastor puede desempeñar este oficio: es un oficio de altísima responsabilidad; son pocos los que pueden desempeñarlo; y, de los que ocupan este alto y terrible lugar, quizá podamos decir que son menos aún los que cumplen sus deberes. Hay, sin embargo, por la buena providencia de Dios, obispos cristianos que, mientras son honrados por el llamado, hacen honor a la sagrada función. Y los anales de nuestra Iglesia pueden presumir de al menos tantos de esta clase de hombres, que han servido a su Dios y a su generación, como de cualquier otro orden, en la proporción que este orden guarda con otros en la Iglesia de Cristo. Que el obispo y el presbítero, o anciano, eran en este tiempo del mismo orden, y que la palabra se usaba indistintamente para ambos, véase lo que se advierte en Hechos 20:17 .

Alimentar a la Iglesia de Dios... Este versículo ha sido objeto de mucha controversia, particularmente en referencia al término Θεου, de DIOS, en este lugar; y en relación con él hay gran disensión entre los MSS. y las versiones. Existen tres lecturas en ellas, en referencia a las cuales los críticos y comentaristas han estado muy divididos; a saber: εκκλησιαν του Θεου, la Iglesia de DIOS; τουκυριου, de Yahveh; Κυριου και Θεου, de Yahveh y de DIOS. De las recopilaciones de Wetstein y Griesbach se desprende que sólo unos pocos MSS, y ninguno de ellos muy antiguo, tienen la palabra Θεου, de DIOS; con éstos sólo coinciden la Vulgata, y el siríaco posterior en el texto. κυριου, de Yahveh, es la lectura de ACDE, varios otros, el sahídico, el copto, el siríaco posterior en el margen, el armenio, el etiópico y algunos de los padres. Κυριου και Θεου, de Yahveh y de Dios, es la lectura de la gran mayoría; aunque las más antiguas son para Κυριου, de Yahveh: por este motivo Griesbach ha admitido esta lectura en el texto, y ha puesto Κυριου και Θεου al margen, como siguiente en autoridad.

Mr. Wakefield, que era un unitario profeso y concienzudo, se decide por του Θεου, de DIOS, como la verdadera lectura; pero, en lugar de traducir του ιδιου αιματος, con su propia sangre, traduce, por su propio Hijo, y trae algunos pasajes de los escritores griegos y romanos para mostrar que αιμα y sanguis se usan para significar hijo, o pariente cercano; y, si éste fuera el único lugar en el que se produce la compra con su propia sangre, podríamos recibir este dicho; pero, como la redención del hombre se atribuye, en todo el Nuevo Testamento, a la muerte sacrificial de Cristo, no es probable que este significado tan inusual se aplique aquí. En todo caso, tenemos aquí una prueba de que la Iglesia fue comprada por la sangre de Cristo; y, en cuanto a su divinidad, está suficientemente establecida en muchos otros lugares. Cuando concedemos que la mayor evidencia parece estar a favor de του Κυριου, alimentar la Iglesia del Señor, que ha comprado con su propia sangre, debemos mantener que, si este Señor no hubiera sido DIOS, su sangre no podría haber sido una compra para las almas de un mundo perdido.

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