Versículo 32.

Somos sus testigos... La palabra αυτου, su, es omitida por AD, y varios otros de buena nota; el siríaco, todo el árabe, el etiópico y la Vulgata. No parece ser necesaria.

De estas cosas... των πηματων τουτων, De estas acciones: es decir, de la vida y los milagros de Cristo, y de vuestros procedimientos asesinos contra él.

Y así es también el Espíritu Santo... En el don de lenguas comunicado últimamente; y por su poder e influencia en nuestras almas, por el cual estamos capacitados para dar testimonio irresistible de la resurrección de nuestro Señor.

A los que le obedecen... Nosotros obedecemos a DIOS, no a ti; y por eso Dios nos da este Espíritu, que es en nosotros una fuente de luz, vida, amor y poder. El Espíritu de Dios se da a los obedientes: en la medida en que un hombre que ha recibido las primeras influencias de él (pues sin esto no puede moverse en la vida espiritual) es obediente a esas influencias, en la misma proporción aumentan en su alma los dones y las gracias, la luz, la vida y el poder del Espíritu Santo.

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