Verso Hechos 5:5Cayó, y entregó el espíritu... πεσων εξεψυξε, Cayendo, expiró, exhaló su último aliento: "Expiró" es una traducción muy impropia aquí. Génesis 25:8 y Mateo 27:50. Dos cosas pueden ser remarcadas aquí:

1. Que el pecado de esta persona no era de una magnitud ordinaria, pues de lo contrario Dios no lo habría visitado con un castigo tan señalado.
2. Que Pedro debía tener el poder de discernir el estado del corazón, pues de lo contrario no habría conocido la traición de Ananías. Este poder, comúnmente llamado discernimiento de espíritus, lo tenían los apóstoles como un don particular, probablemente no siempre, sino en momentos selectos, cuando Dios lo veía necesario para el bien de su Iglesia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad