Verso 32.  Como Pedro pasó por todos los lugares... δια παντων, piensa el P. Pearce, debería traducirse, no por todos los lugares, sino por todos los santos. Habiendo descansado las iglesias, los apóstoles aprovecharon este intervalo de tranquilidad para visitar las diferentes congregaciones, con el fin de edificarlas en su santísima fe. No oímos hablar más de Saulo hasta Hechos 11:30,que se supone que fue unos cinco años después de este tiempo; ocho en total desde su conversión. Pedro, al parecer, había continuado en Jerusalén todo el tiempo en que las iglesias estaban en estado de persecución en toda la tierra. Por muy grande que fuera, nunca dio muestras de ese valor firme y determinado por el que San Pablo se distinguía tan eminentemente; ni sufrió nunca ni la mitad de lo que sufrió por Dios y su verdad.

A los santos... Los judíos, que se habían convertido al cristianismo.

Que habitaban en Lida. Una ciudad de la tribu de Efraín, casi en la frontera de Judea, y cerca de Jope: estaba a unas diez leguas de Jerusalén, y fue conocida después con el nombre de Diospolis, o ciudad de Júpiter.

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