CAPÍTULO XLVI

Los ídolos de Babilonia representados como tan lejos de ser capaces de

de soportar la carga de sus devotos, que ellos mismos son

llevados al cautiverio por bestias de carga, 1, 2.

Esto contrasta maravillosamente con el tierno cuidado de Dios, 

en llevar a su pueblo desde el principio hasta el fin en sus brazos, 

en medio de sus angustias, 3, 4.

El profeta, entonces, con su habitual fuerza y elegancia, continúa

a declarar la idolatría y la incapacidad absoluta de los ídolos, 5-7.

De lo cual pasa con gran facilidad a la contemplación de

atributos y perfecciones del verdadero Dios, 8-10.

Particularmente aquella presciencia que predijo la liberación

de los judíos del cautiverio babilónico, con todas sus

sus circunstancias principales; y también ese acontecimiento muy 

remoto de los días del Mesías, 11-13.

NOTAS SOBRE EL CAP. XLVI

 

Versículo Isaías 46:1 . Sus carruajes eran pesados ​​- "Sus cargas son pesadas". Para נשאתיכם nesuotheychem, sus cargas, la Septuaginta tenía en su copia נשאתיהם nesuotheyhem, sus cargas .

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