Versículo 24. No juzgues según la apariencia...  Atiende a la ley, no sólo en su letra, sino en su espíritu y diseño. Aprended que la ley que ordena a los hombres descansar en el día de reposo está subordinada a la ley de la misericordia y del amor, que les exige estar siempre activos para promover la gloria de Dios en el consuelo y la salvación de sus semejantes; y procurad juzgar el mérito o el demérito de una acción, no por la primera impresión que pueda causar en vuestros prejuicios, sino por su tendencia, y por los motivos de la persona, en la medida en que os sea posible conocerlos; creyendo aún lo mejor, cuando no tengáis pruebas seguras de lo contrario.

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