Verso Marco 10:16. Y los tomó en sus brazos...  

Una de las Itala dice in sinu suo - "en su seno". Jesucristo ama a los niños pequeños, y son objeto de su más peculiar cuidado. ¿Quién puede explicar su continua preservación y apoyo, mientras están expuestos a tantos peligros, si no es en base a una peculiar y extraordinaria providencia?

Y los bendijo... Entonces, aunque eran niños pequeños, eran capaces de recibir la bendición de Cristo. Si Cristo los abrazó, ¿por qué no habría de abrazarlos su Iglesia? ¿Por qué no dedicarlos a Dios mediante el bautismo? - Ya sea que se realice por aspersión, lavado o inmersión; pues no necesitamos discutir sobre el modo: sobre este punto que cada uno esté plenamente persuadido en su propia mente. Confieso que me parece groseramente pagano y bárbaro, ver a los padres que profesan creer en ese Cristo que ama a los niños, y entre ellos a aquellos cuyo credo no les impide usar el bautismo de niños, privar a sus hijos de una ordenanza por la cual ninguna alma puede probar que no pueden ser beneficiados, y, por una inexplicable intolerancia o descuido, negarles el privilegio de una dedicación incluso nominal a Dios; y, sin embargo, estas mismas personas están lo suficientemente dispuestas a volar para que un ministro bautice a su hijo cuando suponen que está a punto de morir. No sería un crimen rezar para que tales personas no tengan nunca el privilegio de escuchar "¡Padre mío!" o "¡Madre mía!" de los labios de su propio hijo. Mateo 3:6 y Marco 16:16.

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