Verso 37. Y tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo... Es decir, a Santiago y a Juan; las mismas personas que habían contemplado su transfiguración en el monte, para que pudieran contemplar esta agonía a la luz de la gloria que allí habían visto, y así evitar que se tropezara con la visión de su presente humillación.

Comenzó a entristecerse... λυπεισθαι, de λυω, disolver - dolor extremo, que disuelve el vigor natural y amenaza con separar el alma y el cuerpo.

Y muy pesado... Abrumado por la angustia - αδημονειν. Esta palabra es utilizada por los griegos para denotar la angustia más extrema que puede sentir el alma: ansiedad y tortura insoportables del espíritu.

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