CAPÍTULO V

Este capítulo comienza amenazando a los israelitas por

idolatría con sus sacrificios y otros ritos en Mizpa y Tabor, 1-5.

Sus sacrificios, aunque costosos, son declarados

inaceptables, 6;

y sus bienes son entregados a la langosta, 7.

Tampoco se detiene aquí el juicio. Se llama a 

las ciudades de Judá a prepararse para la llegada de los

enemigos. Benjamín será perseguido; Efraín será desolado;

y todo esto se da a entender a Israel, que pueden por

arrepentimiento evitar este juicio, 8, 9.

Los versículos siguientes contienen otras denuncias, 10-13,

expresadas en términos igualmente terribles y sublimes, 14.

El Señor no aflige voluntariamente a los hijos de los hombres; 

los visita con calamidades temporales para curar su enfermedad

espiritual, 15.

 

NOTAS SOBRE EL CAP. V

Versículo Oseas 5:1 . Oíd esto, oh sacerdotes. Se instituye un proceso contra los sacerdotes , los israelitas y la casa del rey; y son llamados a comparecer y defenderse. La acusación es que han entrampado al pueblo, lo han llevado a practicar la idolatría, tanto en Mizpa como en Tabor. Mizpa estaba situada más allá del Jordán; en los montes de Galaad; véase Jueces 11:29. Y Tabor era un monte hermoso en la tribu de Zabulón. Se dice que ambos lugares son eminentes para la caza, y de ahí la ocurrencia natural de las palabras trampa y red, al hablar de ellos.

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