Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchad; porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red tendida sobre Tabor.

Judá también siendo culpable será castigado; ni Asiria, cuya ayuda ambos buscaron, los salvará: los juicios los conducirán al fin al arrepentimiento.

Oh casa del rey - según algunos, Pecaj; contemporáneo del rey Acaz de Judá, bajo cuyo reinado se llevó la idolatría tan lejos en Judá que llamó al juicio de la invasión conjunta de sirios e israelitas, así como también la de Asiria. Pusey, tomando los capítulos como ordenados cronológicamente, hace que "el rey" sea Zacarías, el último de la línea de Jehú, que reinó solo seis meses y fue llevado al trono después de los once años de interregno de anarquía que siguieron a la muerte de Jeroboam II, y que es el período aludido anteriormente.

Porque el juicio es hacia vosotros - es decir, os amenaza desde Dios: vosotros, que hasta ahora habéis sido los jueces, seréis llevados al "juicio".

Habéis sido un lazo en Mizpa, y una red extendida sobre Tabor - como los cazadores extienden sus redes y lazos en las colinas de Mizpa y Tabor, así vosotros habéis atrapado al pueblo en la idolatría y lo habéis hecho vuestra presa mediante la injusticia. Como Mizpa y Tabor significan torre de vigilancia y lugar elevado (un lugar adecuado para los cazadores), el profeta implica, jugando con las palabras, que en el lugar elevado en el que os he puesto, cuando deberíais haber sido los vigilantes del pueblo, protegiéndolos del mal, habéis sido como cazadores que los han atrapado en él (Jerónimo). Estos dos lugares se especifican, Mizpa en el este y Tabor en el oeste, para incluir los lugares elevados en todo el reino, en los que los gobernantes de Israel establecieron altares idolátricos. La tradición judía afirma que se colocaron emboscadas en estos dos lugares para interceptar y asesinar a aquellos israelitas que subirían a Jerusalén para adorar: lo favorece.

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