Versículo 38. Porque estoy seguro... Después de la bendita experiencia que hemos tenido de apoyo por la gracia y el Espíritu de aquel que nos amó, que ni el temor a la muerte, ni la esperanza de la vida, ni los ángeles malignos, ni los principados, ni las potencias, nos persiguen por causa de Cristo; ni las cosas que soportamos en el presente, ni las venideras, cualquiera que sea la tribulación que debamos sufrir en el futuro.

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