Y la mujer que tiene un marido que cree, ... El apóstol pone el caso en ambos sentidos, siendo la misma razón para uno por otro; que si ella era una hermana, que era participante de la gracia de Dios, y miembro de la Iglesia, tenía un esposo a quien estaba casado antes de su conversión; que era un incrédulo, no tenía fe en Cristo, ni ninguna idea del Evangelio, sino un infiel para ambos:

Y si está complacido de morar con ella; la ama, y ​​está dispuesta a continuar con ella; Ni la pone alejada de él, ni se aleja de ella a causa de su cristianismo:

Deja que ella no lo deje; Pero continúe, y conviértete con él como hombre y esposa; Este es el consejo que el apóstol da, de manera agradable a la luz de la naturaleza y la razón; Al convertirse en el evangelio de Cristo, y, como lo que podría servir para recomendarlo, y difundir el conocimiento de ello.

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