(14) Sois comprados por precio; no seáis siervos de los hombres.

(14) Muestra la razón de la diferencia, porque el que desea ser circuncidado se somete a la tradición del hombre y no a Dios. Y esto puede entenderse mucho más en el caso de las supersticiones, que algunos consideran tontamente como cosas indiferentes.

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