(4) ¿He cometido una ofensa al humillarme a mí mismo para que seáis exaltados, porque os he predicado el evangelio de Dios gratuitamente?

(4) Otra calumnia, es decir, que era un bribón y vivía del trabajo de sus propias manos. Pero en esto, dice el apóstol, ¿qué pueden poner en mi contra, excepto que me contenté con tomar cualquier molestia por ustedes? Porque cuando me faltaba, me esforzaba por vivir con mis propias manos. Y también cuando la pobreza me forzó, preferí buscar mi sustento que ser una carga para ustedes, aunque les predicaba el Evangelio.

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