(3) Pero aunque [soy] (f) grosero en el hablar, no en el conocimiento; pero se nos ha manifestado plenamente entre ustedes en todas las cosas.

(3) Él refuta las calumnias de esos hombres jactanciosos y orgullosos. Admito, dice, que no soy un orador tan elocuente, pero sin embargo, no pueden quitarme el conocimiento del Evangelio, del cual ustedes han tenido una buena prueba, y eso en todos los sentidos.

(f) A Pablo no le faltaba el tipo de elocuencia que es propia de un hombre y apto para el Evangelio, pero voluntariamente carecía de ese tipo de discurso elocuente, que muchos hoy en día buscan y siguen.

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