Y en ella se halló la (15) sangre de los profetas, (16) y de los santos, y de todos los muertos sobre la tierra.

(15) Eso es derramado por sangrientas masacres, y pidiendo venganza.

(16) Es decir, probado y descubierto, como si Dios hubiera designado una investigación justa sobre la impiedad, la antinaturalidad y la injusticia de estos hombres.

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