(6) Según mi anhelo y mi esperanza, que en nada seré avergonzado, sino con todo denuedo, como siempre, ahora también Cristo será engrandecido en mi cuerpo, ya sea ] por la vida o por la muerte.

(6) Debemos continuar hasta el final, con gran confianza, sin tener nada ante nuestros ojos excepto la gloria de Cristo solamente, ya sea que vivamos o muramos.

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