Porque, hermanos, a libertad fuisteis llamados; (12) sólo [no utilicen] la libertad para una ocasión para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros.

(12) La tercera parte de esta epístola, que muestra que el uso correcto de la libertad cristiana consiste en esto, que siendo liberados y puestos en libertad de la esclavitud del pecado y de la carne, y siendo obedientes al Espíritu, debemos por amor ayudar unos a otros para madurar en su salvación.

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