(6) No se dejen engañar; Dios no puede ser burlado: porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

(6) Elogia la generosidad hacia los pobres y, en primer lugar, reprende a los que no se avergüenzan de fingir esto y aquello, y todo porque no quieren ayudar a sus vecinos, como si pudieran engañar a Dios. Y luego compara la limosna con una siembra espiritual que tendrá una cosecha muy abundante, de modo que será muy provechosa; y compara el ser un avaro codicioso con la siembra carnal, de la cual no se puede recoger nada excepto las cosas que se marchitan, y eventualmente perecer.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad