(5) Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

(5) Él repite la suma de la doctrina, es decir, el único fundamento de todos los preceptos de conducta, y es este: Que debemos callarnos y contentarnos solo en Cristo: porque nunca ha habido hombre salvo sin el conocimiento de él, ni lo hay hoy, ni lo habrá nunca.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad