(4) Porque este [hombre] fue considerado digno de más gloria que Moisés, por cuanto el que edificó la casa tiene más honra que la casa.

(4) La primera comparación: Mejor es el constructor de la casa que la casa misma, por tanto, Cristo es mejor que Moisés. La razón de la conclusión es esta: porque el constructor de la casa es Dios, lo cual no se puede atribuir a Moisés; por tanto, Moisés no era el constructor, sino parte de la casa; sino que Cristo, como Señor y Dios, hizo la casa.

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