(3) Y mientras pasaban por las ciudades, les entregaron los (c) decretos para que los guardaran, que habían sido ordenados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén.

(3) La caridad debe observarse en las cosas indiferentes para que se tengan en cuenta tanto a los débiles como a la paz de la Iglesia.

(c) Estos decretos de los que habló en el capítulo anterior.

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