(6) Y mandó a un centurión que guardara a Pablo y le dejara libertad, y que no prohibiera a ninguno de sus conocidos ministrar o venir a él.

(6) Dios es el guardián más fiel de sus siervos, y el poder de la verdad es maravilloso, incluso entre hombres que de otra manera serían profanos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad