El Espíritu del Señor DIOS [está] (a) sobre mí; porque el SEÑOR me ha ungido para predicar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los (b) quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los (c) cautivos, y la apertura de la prisión a [los que están] presos;

(a) Pertenece así a todos los profetas y ministros de Dios, pero principalmente a Cristo, de cuyas abundantes gracias cada uno recibe según le plazca distribuir.

(b) A los que se sienten conmovidos por el sentimiento de sus pecados.

(c) Que están en la esclavitud del pecado.

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