(3) Mirad, pues, cómo oís: porque a quien tiene, se le dará; y al que no tuviere, se le quitará aun lo que parezca tener.

(3) Los dones celestiales se pierden cuando uno los ahorra, y aumentan cuando uno es generoso con ellos.

(f) Es decir, con qué mentes llegan a escuchar la palabra y cómo se comportan cuando la han escuchado.

(g) Ya sea para sí mismo, o para los demás, o para ambos: porque no hay nadie tan orgulloso como estos tipos, si fuera posible ver las cosas que disfrazan; ni hay quienes engañen a los simples más que ellos.

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